Resumen
El primer partido entre maños y valencianos es de los que te hacen repasar hemeroteca para ver si ha habido algún precedente con tantas carreras en total, 42, con 14 del equipo local y el doble para la novena naranja. Hace poco más de un mes comentaba que sería complicado ver un partido con tantas carreras como el 11-25 del Miralbueno – Viladecans de la cuarta jornada, el partido con mayor anotación de los últimos diez años, pero esta liga de los récords nos sigue deparando sorpresas y esta fiesta del bate los ha batido todos.
El partido estuvo mucho más igualado de lo que el marcador indica, de hecho fue el CBS Miralbueno el que llevó la iniciativa del partido y mantuvo sus opciones hasta el séptimo inning, al que se llegó con un resultado de 15-14 favorable a los Astros. El partido empezó ya bien loco, con cuatro carreras de Astros respondidas con siete de Miralbueno. Con Jonathan Castán el equipo ché llenó bases y un doble de Eric Segura y un single de Peraza sumaron el 4-0, pero en su turno Miralbueno se cebó con Luís Galicia que tuvo un complicado inning de debut como abridor al permitir seis hits que se convirtieron en el 4-7. El equipo naranja empató a siete en el segundo inning y se adelantó 9-7 en el tercero, pero los maños empataron a nueve con doble de Elvin Castillo y un single de Lahuerta que impulsó la carrera del empate.
En la cuarta ambas ofensivas se tomaron un respiro, pero en la quinta volvieron al ataque y un sencillo de Michel Rodríguez avanzó a Valencia 11-9, pero Miralbueno no se rindió y anotó cinco carreras en la parte baja de inning aprovechando dos errores defensivos, un single de Roberto Camejo y un doble de Elvin Castillo. El partido estaba completamente descontrolado y los Astros aprovecharon el cambio de José Antonio Ferreras relevando a Castán para ponerse de nuevo por delante 15-14, pero esto no fue nada comparado con lo que harían en el séptimo, en el que anotaron ni más ni menos que trece carreras con ocho hits, uno de ellos un home run de Michel Rodríguez ante Víctor Hugo Martín, que había entrado para intentar parar el golpe, o mejor dicho los batazos valencianos. Con el insalvable 28-14 terminó un partido insólito.
